“La técnica debe ser una herramienta transparente”
La técnica es importante sólo como herramienta para mejorar el potencial carismático y la creatividad de un bailarín.
Sentir incomodidad al bailar es una señal clara de que hay que revisar la técnica.
En las clases buscamos detectar “vicios encubiertos” (movimientos o posturas que impiden progresar y que el bailarín no percibe) trabajando con la toma de conciencia corporal.
La técnica resuelve pérdida de equilibrio, postura forzada o incómoda, dificultades en los giros, sensación de pesar, de no poder interpretar o dificultades con la escucha de la música.